Decía Mark Twain, que en realidad se llamaba Samuel como uno de mis hijos, que hay tres clases de mentiras: la mentira, la maldita mentira y las estadísticas. Nunca había visto las estadísticas como una mentira más grande que una maldita mentira hasta el otro día que vi los resultados estadísticos de una encuesta realizada entre jóvenes universitarios de segundo año de carrera. En Estados Unidos a los estudiantes de segundo año les llaman “sophomore”. Es una edad complicada los 20 años. No eres ni joven, ni adulto. Se podría decir que eres un joven adulto. En la encuesta preguntaban a los “sophomore” por sus metas en la vida. Más del 80% respondió que una de sus metas en la vida era hacerse rico. Y un 50% dijo que otra de sus metas en la vida era ser famoso. Nuestros jóvenes adultos se esfuerzan y estudian en las universidades para ser ricos y famosos. ¿Dónde hemos perdido que la felicidad es el secreto de la vida?. ¿Cuándo nos hemos olvidado de transmitir a nuest...