Aprendí el significado de la palabra “táctica” a la tierna edad de 9 años. Los compañeros nos juntábamos en el patio del recreo para jugar al fútbol. Los capitanes eran Joaquín, al que su padre entrenaba porque iba a jugar en el Real Madrid cuando fuese mayor, y mi amigo Nicolás. Eran los capitanes porque eran los mejores. Joaquín, que era el mejor, elegía el primero. Siempre elegía a Eudes porque cuando corría con el balón nadie podía pararlo. No es que jugase muy bien, pero era muy fuerte y daba miedo. Después Joaquín me elegía a mi porque éramos “mejores amigos”. El sistema era totalmente injusto. Joaquín siempre elegía el primero por lo que, jugador por jugador, eran mejores. Además, en nuestro equipo siempre estaba Alcestes, que era un compañero estupendo pero bastante “fuerte” y “ancho”. Durante el recreo tenía que comerse dos tostadas de pan con mantequilla y un Bollycao, y como eso le mantenía bastante ocupado, siempre le elegíamos el último. Lo pasábamos b...