En el año 2002, el psicólogo israelí Daniel Kahneman (Tel Aviv, 1934) fue laureado, conjuntamente con Vernon Smith, con el Premio Nobel en Ciencias Económicas por haber integrado aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que respecta al juicio humano y a la toma de decisiones bajo incertidumbre. Una de las reflexiones más interesantes de Daniel Kahneman se refiere al cortoplacismo de la política actual: “Las emociones se evocan más rápidamente y con mayor intensidad por cosas inmediatas. Las democracias funcionan así y la gente se ve obligada a pensar a corto plazo. Es uno de los grandes problemas de las democracias”. Y nos dice que: “Un buen líder es el que logra que la confianza colectiva en decisiones a largo plazo se imponga sobre la incertidumbre a corto plazo”. El portal web del ayuntamiento de Madrid “reza”: “Madrid Central es una zona de bajas emisiones que comenzó a funcionar el viernes 30 de noviembre d...