Todos los métodos de valoración de empresas (“Capital Value”), que se utilizan habitualmente, se basan en los resultados económicos y en las estimaciones de resultados futuros. Tanto los modelos de valoración tradicionales basados en múltiplos como los modelos más académicos basados en descuentos de flujos (tipo WACC) o los modelos probabilísticos basados en opciones, consideran principalmente ingresos y gastos económicos, hipótesis de crecimiento y expectativas de beneficios futuros. El equipo y el líder no aparecen en ninguna ecuación. Es decir, ningún modelo de valoración dice algo como: “Esta empresa vale 500 millones con este líder y 1.500 millones con este otro líder o con este otro equipo”. Y, sin embargo, todos intuimos que una empresa no va a alcanzar los mismos objetivos con un líder y con un equipo que con otro y, por lo tanto, que la expectativa de resultados futuros va a ser diferente con un líder que con otro. Y, en consecuencia, el valor presente, que descuenta ...